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Este equipo es sólo taka y taka

Armado para tener buen pie, Racing pegó y no jugó a nada en el segundo tiempo. A Cahais y Toranzo se les salió la cadena y afuera...

Así, los de Russo ya suman tres expulsiones (Yacob vio la roja en el debut contra All Boys) en apenas cuatro partidos, por supuesto que son los que tienen más rojas en el campeonato y encima los problemas para armar los 11 se hacen evidentes. Para el próximo partido (el viernes a las 21.15 frente a Colón), el entrenador no podrá contar con Marcos Cáceres y Giovanni Moreno (fueron citados a la selección de Paraguay y Colombia respectivamente) y habrá que aguardar para saber si pide el artículo 225 para poder contar con Cahais y Toranzo.

Lo concreto es que un equipo reforzado para jugar bien al fútbol, y a priori ser creativo, en lo que más se destaca es en el desorden y la dependencia de una jugada individual para generar alguna situación de riesgo. Déficit del entrenador, la Academia no consigue ser el dueño de la posesión del balón y lo pierde demasiado rápido. Ayer, intentó de a ratos. Pero es demasiado poco...

Habla en Russo

El tiempo no es aliado de Russo. Cuatro fechas y un receso mundialista le caen encima cuando se ve a un Racing poco ordenado y con algunos jugadores que, aun poniendo esfuerzo, no se entiende de qué juegan. ¿Lugüercio es volante, extremo o se mueve libre? ¿Toranzo es doble cinco u ocho? En tren de misterios, Giovanni Moreno se lleva todos los premios. El DT sabe que lejos del área no es productivo y sin embargo insiste en dejarlo en una posición que no existe. El colombiano, incómodo, no juega de nada, sólo brilla cuando se destaca al tirar un caño o hacer una rabona y la toca diez minutos por tiempo.

¿Y Hauche? ¿Ya no le tiene confianza?

“No hay excusas...”

Russo se fue abatido por la segunda derrota consecutiva, pero más le dolió haber perdido a Cahais y Toranzo. “Ahora tenemos que armar todo de nuevo”, explicó.

La calma, para Miguel Angel Russo, apenas duró un rato, un tramo del segundo tiempo de la Reserva. Sentado en un banquito al borde del campo de juego, el técnico de Racing siguió el partido preliminar relajado, con una sonrisa. En ese momento previo a la tormenta, tuvo tiempo de pispear el papelito que le pasó su ayudante Gottardi con la formación que iba a poner Olimpo. Se ve que la previsión no le sirvió de mucho. Sobre todo porque la Academia retrocedió en el tiempo, entró en ese peligroso túnel que lo tuvo como protagonista mordiendo clavos con la Promoción en la nuca. Otra vez, reinó el caos y la falta de ideas. Pese a todo, Miguelito se hizo cargo. “No hay ninguna excusa, sabíamos que el partido se iba a dar a así. En este tipo de torneo, tan parejo, cuando te hacen un gol luego te cuesta”, explicó el DT.